DEPO-MEDROL

PFIZER

Metilprednisolona

Hormonoter�picos : Corticoesteroides

Composici�n: Inyectable 40 mg: cada ml contiene: Metilprednisolona Acetato 40 mg. Inyectable 80 mg: cada ml contiene: Metilprednisolona Acetato 80 mg. Inyectable JP: cada ml contiene: Metilprednisolona Acetato 40 mg.
Acci�n Terap�utica: Corticoterapia.
Indicaciones: Administraci�n I.M.: cuando no es posible una terapia oral y la potencia, forma de dosificaci�n y ruta de administraci�n de la droga son elementos suficientemente razonables para el uso de la preparaci�n en el tratamiento de la condici�n, el uso I.M. de Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril est� indicado como se muestra a continuaci�n: Des�rdenes endocrinos: insuficiencia adrenocortical primaria o secundaria (hidrocortisona o cortisona es la droga de elecci�n; an�logos sint�ticos pueden usarse en conjunto con mineralocorticoides donde sea aplicable; en la infancia la suplementaci�n con mineralocorticoide es de particular importancia). Insuficiencia adrenocortical aguda (hidrocortisona o cortisona es la droga de elecci�n; puede ser necesaria la suplementaci�n con mineralocorticoides, particularmente cuando se usan an�logos sint�ticos). Hiperplasia adrenal cong�nita. Hiperacalcemia asociada con c�ncer. Tiroiditis no supurativa. Des�rdenes reum�ticos: como terapia coadyuvante para la administraci�n por corto tiempo (para ayudar al paciente durante un episodio agudo o exacerbaci�n) en: osteoartritis post-traum�tica, sinovitis de osteoartritis, artritis reumatoidea, incluyendo artritis reumatoidea juvenil (casos seleccionados podr�an requerir una terapia de mantenci�n con dosis bajas), bursitis aguda y sub-aguda, epicondilitis, tenosinovitis no espec�fica aguda, artritis gotosa aguda, artritis psori�tica, espondilitis anquilosante. Enfermedades del col�geno: durante una exacerbaci�n o como terapia de mantenci�n en casos seleccionados de: lupus eritematoso sist�mico, dermatomiositis (polimiositis sist�mica), carditis reum�tica aguda. Enfermedades dermatol�gicas: p�nfigo, severo eritema multiforme (s�ndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa, micosis fungoide, dermatitis herpetiforme pustulosa, severa dermatitis seborreica, severa psoriasis. Estados al�rgicos: control de estados al�rgicos incapacitantes o graves intratables para adecuar los ensayos de tratamiento convencional en: asma bronquial, dermatitis por contacto, dermatitis at�pica, enfermedad s�rica, rinitis al�rgica perenne o estacional, reacciones de hipersensibilidad a droga, reacciones urticariales por transfusi�n, edema lar�ngeo no infeccioso agudo (epinefrina es la droga de primera elecci�n). Enfermedades oft�lmicas: graves procesos inflamatorios y al�rgicos, cr�nicos y agudos, que involucran al ojo, tales como: Herpes zoster oft�lmico. Iritis, irodiciclitis. Corioretinitis. Uve�tis posterior difusa. Neuritis �ptica. Reacciones de hipersensibilidad a droga. Inflamaci�n del segmento anterior. Conjuntivitis al�rgica. Ulceras marginales corneales al�rgicas. Queratitis. Enfermedades gastrointestinales: para ayudar al paciente durante un per�odo cr�tico de la enfermedad en: colitis ulcerativa (terapia sist�mica). Enteritis regional (terapia sist�mica). Enfermedades respiratorias: sarcoidosis pulmonar sintom�tica. Beriliosis. Tuberculosis pulmonar diseminada o fulminante cuando se usa concomitantemente con una quimioterapia antituberculosa adecuada. S�ndrome de Loeffler no manejable con otros medios. Neumonitis por aspiraci�n. Des�rdenes hematol�gicos: anemia hemol�tica adquirida (autoinmune). Trombocitopenia secundaria en adultos. Eritroblastopenia (anemia RBC = Red Blasto Cell). Anemia hipopl�stica cong�nita (eritroide). Enfermedades neopl�sicas: en el manejo paliativo de: leucemias y linfomas. Leucemia aguda en la ni�ez. Estados edematosos: para inducir diuresis o remisi�n de la proteinuria en el s�ndrome nefr�tico, sin uremia, del tipo idiop�tico o aquel debido a lupus eritematoso. Sistema nervioso: exacerbaciones agudas de esclerosis m�ltiple. Miscel�neas: meningitis tuberculosa con bloqueo subaracno�deo o amenaza de bloqueo, cuando se usa concomitantemente con quimioterapia antituberculosa apropiada. Triquinosis con compromiso mioc�rdico o neurol�gico. Para la administraci�n intrasinovial y del tejido blando (incluyendo la administraci�n periarticular e intrabursal - ver tambi�n Precauciones). Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril est� indicado como terapia coadyuvante para la administraci�n a corto plazo (para ayudar al paciente durante un episodio agudo o exacerbaci�n) en: sinovitis por osteoartritis. Artritis reumato�dea. Bursitis aguda o subaguda. Artritis gotosa aguda. Epicondilitis. Tenosinovitis no espec�fica aguda. Osteoartritis post-traum�tica. Para la administraci�n en la lesi�n (in situ) Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril est� indicado para el uso in situ en las siguientes condiciones: queloides. Lesiones inflamatorias, infiltradas, hipertr�ficas localizadas de: liquen plano, placas psori�ticas, granuloma anular y liquen simple cr�nico (neurodermatitis). Lupus eritematoso discoide. Necrobiosis lip�dica de los diab�ticos. Alopecia areata. Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril puede tambi�n ser �til en tumores c�sticos o una aponeurosis o tend�n (ganglion). Para instilaci�n intrarectal: colitis ulcerativa.
Posolog�a: Debido a la posibilidad de incompatibilidades f�sicas, Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril (metilprednisolona acetato) no debiera ser diluida o mezclada con otras soluciones. Las suspensiones parenterales debieran ser inspeccionadas visualmente en busca de cualquier material particulado extra�o y decoloraci�n antes de la administraci�n, siempre que el producto farmac�utico y el envase lo permitan. Administraci�n para efecto local: la terapia con Depo-Medrol no elimina la necesidad de tomar medidas convencionales usualmente empleadas. Aunque este m�todo de tratamiento mejora los s�ntomas, no es en sentido de cura y la hormona no tiene efecto sobre la causa de la inflamaci�n. Artritis reumatoidea y osteoartritis: la dosis para administraci�n intra-articular depende del tama�o de la articulaci�n y var�a con la severidad de la condici�n en el paciente individual. En casos cr�nicos, las inyecciones pueden repetirse a intervalos que fluct�an entre 1 a 5 o m�s semanas dependiendo del grado de alivio obtenido a partir de la inyecci�n inicial. Las dosis en la siguiente tabla se dan como una gu�a general: Tama�o de la articulaci�n: Grande: Rodillas: 20-80 mg. Tobillos: 20-80 mg. Hombros: 20-80 mg. Tama�o de la articulaci�n: Mediana: Codos: 10-40 mg. Mu�ecas: 10-40 mg. Tama�o de la articulaci�n: Peque�a: Metacarpofal�ngica: 4-10 mg. Interfal�ngica: 4-10 mg. Esternoclavicular: 4-10 mg. Acromioclavicular: 4-10 mg. Procedimiento: se recomienda que la anatom�a de la articulaci�n involucrada sea revisada antes de realizar la inyecci�n intra-articular. De manera de obtener el efecto anti-inflamatorio completo, es importante que la inyecci�n se realice dentro del espacio sinovial. Empleando la misma t�cnica est�ril que para una punci�n lumbar, una aguja est�ril de tama�o 20 a 24 (en una jeringa seca) se inserta r�pidamente dentro de la cavidad sinovial. La infiltraci�n de proca�na es electiva. La aspiraci�n de s�lo una pocas gotas de fluido articular demuestra que el espacio articular ha sido alcanzado por la aguja. El sitio de inyecci�n para cada articulaci�n se determina por esa ubicaci�n donde la cavidad sinovial es m�s superficial y m�s libre de grandes vasos y nervios. Con la aguja en el lugar, la jeringa que aspira se remueve y se coloca una segunda jeringa que contiene la cantidad deseada de Depo-Medrol. El �mbolo es entonces empujado delicadamente hacia afuera para aspirar el l�quido sinovial y para asegurar que la aguja est� a�n en el espacio sinovial. Despu�s de la inyecci�n, la articulaci�n es movida delicadamente una pocas veces para ayudar a la mezcla del fluido sinovial con la suspensi�n. El sitio se cubre con un peque�o parche est�ril. Los sitios adecuados para la inyecci�n intra-articular son la rodilla, tobillo, mu�eca, codo, hombro, articulaciones fal�ngicas y de cadera. Puesto que, ocasionalmente se encuentran dificultades para alcanzar la articulaci�n de la cadera, se deben tomar precauciones para evitar cualquier vaso sangu�neo grande en el �rea. Las articulaciones no adecuadas para inyecci�n son aquellas anat�micamente inaccesibles, tales como la articulaci�n espinal y aquellas como las articulaciones sacroil�acas que est�n desprovistas de espacio sinovial. Las fallas en el tratamiento son frecuentemente en su mayor�a el resultado de falla para ingresar en el espacio articular. Se obtiene poco o ning�n beneficio luego de la inyecci�n en el tejido circundante. Si ocurren fallas cuando existe seguridad de que las inyecciones fueron realizadas dentro de los espacios sinoviales, determinada por la aspiraci�n del fluido, el uso de inyecciones repetidas resulta generalmente �til. La terapia local no altera el proceso de la enfermedad subyacente, y siempre que sea posible debiera emplearse una terapia completa que incluya fisioterapia y correcci�n ortop�dica. Luego de la terapia con corticoesteroide intra-articular, se debieran tomar los cuidados para evitar un excesivo uso de las articulaciones en las que el beneficio sintom�tico se ha obtenido. Una negligencia en esta materia puede permitir un aumento del deterioro de la articulaci�n que ser� mayor que lo que compensan los efectos ben�ficos del esteroide. Las articulaciones inestables no debieran ser inyectadas. Repetidas inyecciones intra-articulares pueden en algunos casos resultar en inestabilidad de la articulaci�n. Se sugiere en casos seleccionados para detectar el deterioro realizar un an�lisis por rayos X. Si se utiliza un anest�sico local antes de la inyecci�n de Depo-Medrol, el inserto del envase del anest�sico debiera ser estudiado cuidadosamente y se debieran tomar todas las precauciones se�aladas. Bursitis: el �rea alrededor del sitio de inyecci�n se prepara de manera est�ril y se hace una postilla en el sitio con soluci�n de proca�na clorhidrato al 1%. Una aguja de medida 20 a 24 unida a una jeringa seca se inserta en la bursa y se aspira el fluido. La aguja es dejada en el lugar y la jeringa de aspiraci�n se cambia por una jeringa peque�a que contiene la dosis deseada. Despu�s de la inyecci�n, la jeringa es retirada y se coloca un peque�o parche. Miscel�neos: ganglio, tendinitis, epicondilitis. En el tratamiento de condiciones tales como tendinitis o tenosinovitis, luego de la aplicaci�n de un antis�ptico adecuado sobre la piel, debiera procurarse inyectar la suspensi�n en la envoltura del tend�n m�s que en el tend�n propiamente tal. El tend�n puede palparse con facilidad cuando se coloca al paciente sobre una camilla. Cuando se tratan condiciones tales como epicondilitis, debiera identificarse cuidadosamente el �rea de mayor sensibilidad e infiltrarse la suspensi�n dentro del �rea. Para los ganglios de las envolturas del tend�n, la suspensi�n se inyecta directamente en el quiste. En muchos casos, una �nica inyecci�n causa una notoria disminuci�n en el tama�o del tumor qu�stico y puede producir su desaparici�n. Con cada inyecci�n, por supuesto, deben observarse las precauciones usuales de esterilidad. La dosis en el tratamiento de las diversas enfermedades de las estructuras tendinosas o bursal indicadas anteriormente var�a con la enfermedad a tratar y fluct�a en un rango entre 4 y 30 mg. En condiciones cr�nicas o recurrentes pueden necesitarse inyecciones repetidas. Inyecciones para efecto local en trastornos dermatol�gicos: luego de una limpieza con un antis�ptico apropiado tal como alcohol al 70%, se inyectan 20 a 60 mg de la suspensi�n en la lesi�n. Puede ser necesario distribuir las dosis que fluct�an entre 20 y 40 mg mediante inyecciones locales repetidas en el caso de lesiones grandes. Se debe procurar evitar la inyecci�n de material en cantidad suficiente para causar decoloraci�n debido a que esto puede dar como resultado una peque�a escara. Generalmente se emplean 1 a 4 inyecciones, con intervalos entre las inyecciones que var�an con el tipo de lesi�n a tratar y la duraci�n de la mejor�a producida por la inyecci�n inicial. La siguiente afirmaci�n s�lo se refiere a la formulaci�n con alcohol benc�lico: cuando se utilizan viales multidosis, resulta esencial procurar un cuidado especial para impedir la contaminaci�n del contenido. Administraci�n para efecto sist�mico: la dosificaci�n I.M. variar� con la condici�n a tratar. Cuando se desea un efecto prolongado, la dosis semanal puede calcularse multiplicando la dosis oral diaria por 7 y administrarla como una �nica inyecci�n I.M. La dosificaci�n debe individualizarse de acuerdo a la severidad de la enfermedad y la respuesta del paciente. Para infantes y ni�os, la dosis recomendada tendr� que reducirse, pero la dosis debiera manejarse considerando la severidad de la condici�n m�s que de acuerdo a una adherencia estricta a la proporci�n indicada por la edad o el peso corporal. La terapia hormonal es coadyuvante y no reemplaza la terapia convencional. La dosificaci�n debe ser disminuida o discontinuada gradualmente cuando la droga se ha administrado por m�s de unos pocos d�as. La severidad, pron�stico y duraci�n esperada de la enfermedad y la reacci�n del paciente al medicamento son factores fundamentales en la determinaci�n de la dosis. Si ocurriese un per�odo de remisi�n espont�nea en una condici�n cr�nica, debiera discontinuarse el tratamiento. Estudios rutinarios de laboratorio, tales como an�lisis de orina, az�car sangu�neo post-prandial a las 2 horas, determinaci�n de presi�n sangu�nea y peso corporal y una radiograf�a de t�rax, debieran realizarse a intervalos regulares durante una terapia prolongada. Resulta deseable la toma de rayos X del tracto GI superior en los pacientes con antecedentes de �lcera o dispepsia importante. En pacientes con el s�ndrome adrenogenital, una �nica inyecci�n I.M. de 40 mg cada 2 semanas puede resultar adecuada. Para la mantenci�n de pacientes con artritis reumatoidea, la dosis I.M. semanal variar� entre 40 y 120 mg. La dosis usual para pacientes con lesiones dermatol�gicas que se benefician con una terapia corticoide sist�mica es 40 a 120 mg de metilprednisolona acetato administrada I.M. a intervalos semanales por 1 a 4 semanas. En dermatitis severa aguda causada por la hiedra venenosa, puede producirse alivio dentro de las 8 a 12 horas despu�s de la administraci�n I.M. de una dosis �nica de 80 a 120 mg. En dermatitis de contacto cr�nica, pueden necesitarse inyecciones repetidas a intervalos de 5 a 10 d�as. En dermatitis seborreica, una dosis semanal de 80 mg puede resultar adecuada para controlar la enfermedad. Luego de la administraci�n I.M. de 80 a 120 mg en pacientes asm�ticos, puede producirse alivio dentro de las 6 a 48 horas y persistir por varios d�as a 2 semanas. De manera similar en pacientes con rinitis al�rgica (fiebre del heno) una dosis I.M. de 80 a 120 mg puede ser seguida por un alivio de los s�ntomas de coriza dentro de las 6 horas persistiendo por varios d�as a 3 semanas. Si junto con la enfermedad a tratar se asocian signos de estr�s, debiera incrementarse la dosis de la suspensi�n. Si se requiere un r�pido efecto hormonal de m�xima intensidad, est� indicada la administraci�n I.V. del producto altamente soluble metilprednisolona sodio succinato. Administraci�n intrarrectal: Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril en dosis de 40 a 120 mg administrados como enemas de retenci�n o por goteo continuo 3 a 7 veces por semana por per�odos de 2 o m�s semanas, ha demostrado ser �til como coadyuvante en el tratamiento de algunos pacientes con colitis ulcerativa. Muchos pacientes pueden ser controlados con 40 mg de Depo-Medrol suspensi�n acuosa est�ril administrados en 30-300 ml de agua dependiendo del grado de compromiso de la mucosa col�nica inflamada. Por supuesto que debieran instituirse otras medidas terap�uticas aceptadas.
Presentaciones: Inyectable 40 mg: envase conteniendo 1 frasco-ampolla. Inyectable 80 mg: envase conteniendo 1 frasco-ampolla. Inyectable JP: envase conteniendo 1 jeringa pre-llenada.