RADIOMIRON 300/370® Viales

BAYER

Iopamidol

Medios de Diagnóstico : Medios de Contraste

Composición: Radiomiron 300: cada 1 ml contiene: 0.612 g de Lopamidol. Radiomiron 370: cada 1 ml contiene: 0.755 g de Lopamidol en solución acuosa.
Acción Terapéutica: Medio de contraste no iónico.
Indicaciones: Radiomiron está indicado en mielografía, cisternografía y ventriculografía, en todas las exploraciones angiográficas, incluyendo la angiografía por sustracción digital (DSA) y la angiocardiografía, en todas las exploraciones urográficas y para la intensificación del contraste en la tomografía computarizada. Sus propiedades también permiten la visualización de las cavidades corporales (p. ej., artrografía, fistulografía, vesiculografía, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, histerosalpingografía).
Posología: Véase el prospecto que acompaña al envase o nuestro prospecto científico.
Contraindicaciones: Hipertiroidismo manifiesto. La histerosalpingografía no se debe llevar a cabo durante el embarazo ni en presencia de procesos inflamatorios agudos en la cavidad pélvica. La ERCP (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica) está contraindicada en la pancreatitis aguda.
Precauciones: Para todas las indicaciones: Hipersensibilidad: En ocasiones, se pueden observar reacciones de hipersensibilidad similares a las alergias después del uso de medios de contraste radiológico no iónicos, como por ejemplo Radiomiron. Los pacientes con hipersensibilidad o con una reacción previa a los medios de contraste yodados tienen un mayor riesgo de sufrir una reacción severa. Antes de inyectar cualquier medio de contraste, se debe preguntar al paciente sobre sus antecedentes alérgicos (p. ej. alergia a los productos marinos, urticaria, fiebre del heno), sensibilidad al yodo o a los medios radiográficos y asma bronquial, ya que la incidencia de reacciones adversas comunicadas frente a los medios de contraste es más elevada en los pacientes que presentan estas condiciones y se puede considerar una premedicación con antihistamínicos y/o glucocorticoides. Los pacientes con asma bronquial tienen un elevado riesgo de presentar broncospasmos o una reacción de hipersensibilidad. La pequeña cantidad de yodo libre inorgánico proveniente de los medios de contraste yodados puede interferir con la función tiroidea. Por lo tanto, la necesidad de un examen hay que evaluarla con especial cuidado en los pacientes con hipertiroidismo latente o bocio. Existe un mayor riesgo de reacciones severas en individuos con patologías cardíacas graves y en especial en aquellos con insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria. Las patologías vasculares y los trastornos neurológicos subyacentes presentes a menudo en los ancianos constituyen un riesgo elevado de reacciones adversas frente a los medios de contraste yodados. En los pacientes con estado de salud muy precario debe considerarse con especial atención la necesidad del examen. Uso intravascular: En casos aislados puede presentarse una insuficiencia renal temporal. El uso de medios de contraste radiográficos que se excretan por vía renal puede dar lugar a una alteración transitoria de la función renal. Esta alteración puede provocar acidosis láctica en pacientes que estén tomando biguanidas. Como precaución, la administración de biguanidas debe suspenderse en el período comprendido entre 48 horas antes y al menos 48 horas después de la administración del medio de contraste, y reanudarse tan sólo cuando se haya recuperado la función renal normal. En los pacientes con patología valvular e hipertensión pulmonar, la administración de un medio de contraste puede provocar cambios hemodinámicos pronunciados. En los pacientes con insuficiencia cardiaca, la inyección intravascular de medios de contraste puede desencadenar un edema pulmonar. Hay que tener un cuidado especial con la administración intravascular de medios de contraste en pacientes con infarto cerebral agudo, hemorragia intracraneal aguda y otros cuadros que cursan con daño de la barrera hemato-encefálica, edema cerebral o desmielinización aguda. Los tumores o las metástasis intracraneales y los antecedentes de epilepsia pueden aumentar la incidencia de ataques convulsivos después de la administración de medios de contraste yodados. En caso de existir una insuficiencia renal severa, la coexistencia de una disfunción hepática severa puede retrasar marcadamente la excreción del medio de contraste, haciendo necesaria posiblemente una hemodiálisis. Un mieloma o una paraproteinemia pueden predisponer a una alteración renal después de la administración de medio de contraste. Es obligatorio llevar a cabo una hidratación adecuada. Los pacientes con feocromocitoma pueden desarrollar una crisis hipertensiva severa (en ocasiones incontrolable) después del uso intravascular de un medio de contraste. Se recomienda la premedicación con bloqueadores de los receptores alfa. Se han observado casos de vasculitis severa o de síndrome similar al de Stevens-Johnson en pacientes con trastornos autoinmunes preexistentes. La administración de medios de contraste yodados puede agravar los síntomas de la miastenia grave. El alcoholismo agudo o crónico puede aumentar la permeabilidad de la barrera hemato-encefálica. Esto facilita el paso del medio de contraste al tejido cerebral, provocando posiblemente reacciones del SNC. Hay que tener también especial cuidado con los alcohólicos y con los drogadictos debido a la posibilidad de un umbral convulsivo reducido. Una característica de los medios de contraste no iónicos es su poca interferencia con las funciones fisiológicas. Como consecuencia de ello, los medios de contraste no iónicos tienen una menor actividad anticoagulante in vitro que los iónicos. Uso intratecal: La enfermedad cerebral convulsiva se considera una contraindicación relativa para el uso intratecal del medio de contraste. Si, después de una consideración detallada de estos exámenes, se llevan no obstante a cabo, se tienen que preparar con antelación todos los equipos y medicamentos necesarios para contrarrestar cualquier convulsión que pudiera presentarse. Los pacientes con antecedentes de epilepsia y en tratamiento con anticonvulsivantes deben seguir recibiendo este tratamiento cuando se les administra el medio de contraste por vía intratecal. Hay que tener especial cuidado con los alcohólicos y con los drogadictos, debido a la posibilidad de un umbral convulsivo reducido.
Interacciones Medicamentosas: El uso concomitante de neurolépticos y antidepresivos puede bajar el umbral convulsivo, aumentando así el riesgo de reacciones relacionadas con el medio de contraste. La prevalencia de las reacciones retardadas (por ej.: fiebre, erupción cutánea, síntomas similares a los de la gripe, dolor articular y prurito) frente a los medios de contraste es más alta en los pacientes que han recibido interleuquina. Después de la administración intravascular de medios de contraste yodados, la capacidad del tejido tiroideo para captar radioisótopos para el diagnóstico de trastornos de la tiroides se reduce durante al menos 2 semanas, e incluso más tiempo en casos individuales.
Observaciones: La información sobre los efectos secundarios, otras advertencias y precauciones de empleo, etc; debe consultarse nuestro prospecto que acompaña al envase o nuestro prospecto científico.
Presentaciones: Radiomiron 300: viales de 50 ml. Radiomiron 370: viales de 50 y 100 ml. La información completa de prescripción puede ser solicitada a BAYER S.A., Carlos Fernández 260, San Joaquín, Santiago, fono 5208320.